lunes, 2 de noviembre de 2009

RELATO: Se alquila habitación con vistas al infierno. CAPITULO V

¡Hola queridos lectores! Aquí continua la pesadilla de nuestro amigo Luis, solo espero que su viaje a las profundidades acabe bien... (Y si no leisteis anteriores capitulos hechar un vistazo al blog, estan cerquita ;)


“En el anterior capitulo, Luís lee compulsivamente la obra de Lovecraft, y comienza a indagar sobre las actividades nocturnas de sus misteriosos caseros, descubriendo algo que ni se imaginaba…”



QUINTA PARTE: CONOCIMIENTO

Tarde varios minutos en situar el origen de aquel inclasificable tamborileo, debido a la reflexión de su sonido en la dura y pulida roca, pero finalmente mi sentido del oído se acostumbro al palpitante e incesante ritmo y creí conocer su dirección exacta. De entre todos los túneles que se abrían a izquierda y derecha, decidí que el camino a tomar era un túnel más estrecho que el resto, el cual se adentraba aun más en las profundidades de la tierra. Así que dirigí mis pasos hacia su interior, sin importarme el riesgo que podía correr en caso de perderme en aquel laberinto sin final.

No recuerdo cuanto tiempo camine, solo se que fue mucho, y que mis extremidades cansadas por la falta de sueño que habría sufrido en los últimos tiempos comenzaban a darme pinchazos. Acusaba cada vez más el cansancio, y solo continuaba movido por un impulso ajeno a mi voluntad. Tanto fue así, que no repare en que la débil luz que proyectaban las antorchas comenzó a desvanecerse hasta sumir el corredor en la más absoluta y terrorífica oscuridad. En ese momento, al verme solo y sin posibilidad de retroceder debido al cansancio, me desmaye, o al menos eso quiero creer.

El siguiente fragmento de mi historia, no puedo constatar que sea real o fruto de los delirios de una persona que ha traspasado la fina barrera de la cordura, aunque si me dieran a elegir una de estas dos opciones, rezaría a los dioses en los cuales nunca he creído por que se tratara de una enfermedad mental. Así por lo menos el resto de la humanidad se mantendría al margen de esa monstruosa realidad que se hallaría únicamente en el interior de mi desquiciada cabeza. Lamentablemente, tengo suficientes indicios para constatar que un mal más antiguo que la tierra y más terrorífico que la más terrible pesadilla de un perturbado, espera expectante el momento propicio para darse a conocer y salir de su ya demasiado largo letargo.

Abrí los ojos, y lo primero que comprobé era si seguía encontrándome en ese olvidado lugar. Palpando el frió y duro suelo pude comprobar que así era, aunque algo en mi interior me gritaba que todo era diferente. Mientras hacia el esfuerzo por levantarme, descubrí que ya no me hallaba entre profundas tinieblas. Un leve resplandor de un color que no soy capaz de describir iluminaba las lisas paredes del corredor y una niebla antinatural se movía silenciosa a ras del suelo, impidiendo la visión de las viejas baldosas de granito. El sonido del tambor seguía estando presente, pero su sonido me llegaba como si su intérprete se hallara encerrado en una caja en algún lugar muy alejado.

Comencé de nuevo a caminar por el angosto pasillo, esta vez en la dirección que creí que me llevaría de vuelta hasta las escaleras que me habían traído hasta este lugar. Pero como dije antes algo había cambiado. Según avanzaba, descubrí que las paredes antes pulidas, estaban ahora grabadas con símbolos e imágenes que no era capaz de descifrar. ¿Se parecían al idioma empleado en los libros de Lovecraft del piso? Me pare un momento para cerciorarme, y al acercarme a la pared ocurrió algo que me hizo emitir un grito de terror. La pared que antes había sido de dura roca, tenía ahora una textura viscosa que palpitaba levemente al ritmo de ese tambor que me acompañaba desde el inicio de ese aquel descenso a los infiernos. Al observar más de cerca los símbolos a los que he hecho alusión me di cuenta de que no eran tales, si no algo parecido a las venas marcadas de un ser vivo. Incluso por unos instantes me pareció escuchar el fluir de algún tipo de sustancia por su interior…

Retrocedí unos pasos, hasta que mi espalda choco con la “pared” enfrentada, y entonces sentí en mis propias carnes una sensación similar al roce de la carne fresca y recién descuartizada. En ese momento, enloquecí y salí corriendo sin ningún control buscando la salida, hasta que mis pasos me llevaron a un lugar en el que no había estado aun, y cuya grandiosidad hizo detener mis pies en seco.

Una inmensa sala circular creció ante mí de la nada, hasta que mi vista solo alcanzaba a vislumbrar los débiles contornos de sus alejadas paredes. Una inmensa cúpula cubría el lugar, con unas gárgolas de formas terribles e impías cuya perfección en sus formas daba la sensación de constar de vida, y de cuyas deformes bocas caía un chorro de algún tipo de liquido que la leve iluminación no me dejaba apreciar. En el centro de la sala había un enorme altar labrado en roca al cual se podía acceder a través de unos escalones demasiado altos como para haber sido hechos a medida del pie humano. Y encima del altar, algún tipo de objeto, que parecía ser el origen de la antinatural iluminación que llenaba todo desde mi despertar en el frió pasillo.

Me acerque lentamente hasta la base del altar, mientras la espesa niebla que me cubría ahora hasta las rodillas se apartaba perezosamente a mi paso. En ese momento tuve el sobrecogedor presentimiento de que algo se podía estar arrastrando por el suelo lejos de mi visión. Pero yo estaba en ese instante tan intrigado por descubrir el origen de la misteriosa luz, que rechace cualquier idea relacionada con indagar sobre cualquier cosa que se ocultara entre la neblina. Y de esta manera comencé a subir los inhumanos escalones que me llevarían hasta lo que fuera que se ocultara en lo alto del altar.

Subir esos pocos escalones, no me trajo ningún tipo de problema, salvo la sensación de caminar sobre un material no del todo solidó a pesar de su apariencia rocosa. A si que en unos segundos me encontré en lo alto de aquella plataforma piramidal que sostenía el altar. Ahora que lo tenia a tan solo un palmo de mi, pude admirar la calidad de los grabados que lo cubrían de arriba abajo. En toda su superficie se representaban figuras monstruosas que pude reconocer por las descripciones que Lovecraft habia dejado en sus relatos. De esta manera criaturas informes como Cthulhu, Dagón, Yog Shothot, Shub Niggurath, Nyarlathotep y Azathoth palpitaban en la antinatural roca custodiando el objeto en lo alto: Un simple libro encuadernado en piel y en cuya portada se podía leer “Se alquila habitación con vistas al infierno” por H. P. Lovecraft.

Acerque al mano, lo recogí y me puse a estudiarlo detenidamente, ya que a pesar de todo el tiempo que habia estado leyendo una y otra vez los relatos de ese escritor no reconocía el titulo de este libro. Lo abrí, y me choque de nuevo contra el desconocimiento de aquel idioma desconocido. En ese momento, note como algo se apoyaba en mi hombro, y una voz que me resulto conocida dijo: -Bien, parece que empiezas a tener el conocimiento necesario… – Con esas palabras resonando una y otra vez en mi cabeza, me desmaye una vez más.
----------------------------------------------
Y hasta aqui el 5º capitulo de este homenaje al gran Lovecraft... ¡Hasta la proxima entrada! (Y recordar tener miedo... Mucho miedo)

2 comentarios:

  1. Tio, me encanta tu blog y la forma de escribir que tienes. Te felicito y me seguire pasando por aqui.

    ResponderEliminar
  2. ¡Muchas gracias por tu comentario! Espero que disfrutes con el resto de la historia, (Y mas adelante con otras) y que si te aburres un rato pruebes el juego gratuito que presento ;)

    ¡Nos vemos!

    ResponderEliminar