viernes, 30 de octubre de 2009

RELATO: Se alquila habitación con vistas al infierno. CAPITULO IV

¡Hola queridos lectores! Aqui una nueva entrega de mi relato homenaje a Lovecraft, en el que comienza la pesadilla de nuestro "heroe"... Y recordar.. Tened miedo... mucho miedo

“En nuestro anterior episodio, Luís sufre terribles pesadillas por el incidente con el gato y no logra pegar ojo. Gracias a ello descubre la misteriosa actividad que realizan sus caseros por la noche. Al llegar la mañana, dando un paseo, entra en la biblioteca y coge las obras completas de Lovecraft. De vuelta en su habitación, comienza a leerlas como un poseso. La pesadilla comienza a tomar forma y al parecer no va a parar de crecer.”

CUARTA PARTE: SOSPECHANDO

Ahora que mis nervios están más templados, y el miedo me ha llevado a tomar una dura decisión que llevare a cabo cuando termine de relatar esta abominable historia, continuo escribiendo este ultimo recurso para salvaguardar la integridad y cordura de quien quiera que sea el próximo que se adentre en estos insondables abismos de conocimiento. Ruego que perdonéis esta apresurada forma de escribir, y que a pesar de que los siguientes hechos parezcan fruto de la mente de un perturbado, os puedo asegurar que todo es real. Por que existen impronunciables formas de la realidad que una mentalidad lógica como la humana, aun no esta preparada para conocer.

No se si fueron días o semanas los que pase encerrado en la habitación leyendo y releyendo la demente obra de Lovecraft. Una inexplicable locura me hacia volver una y otra vez a esos relatos, que si bien parecían inocentes historias para asustar a los niños, presentía que en el fondo de sus palabras y frases se hallaba un oscuro secreto a la espera de ser descubierto. Así, el tiempo fue pasando, y yo únicamente salía de mi habitación para comer, beber o ir al baño ha realizar las necesidades biológicas que exigía mi cuerpo. Evitaba cuanto podía a mis misteriosos caseros, excusándome una y otra vez con el hecho de que una extraña enfermedad me hacia estar continuamente cansado, y los únicos momentos en los que atendía hechos externos a la obra de aquel escritor, era cuando casi todos los días sobre las 3 de la madrugada, mis caseros se ponían ha realizar extraños movimientos por la vivienda.

Por lo que pude descubrir simplemente escuchando pegando la oreja a la puerta, Julia y Ricardo arrastraban algún tipo de objeto pesado hasta fuera de la casa, y lo bajaban por las escaleras. Noche tras noche repetían este curioso ritual, y la intriga por conocer el objeto de tales actividades se me hizo casi tan insoportable como mi actual locura en lo referente a la obra del escritor de Providence. Así, una noche después de que comenzaran los ruidos, me prepare silenciosamente para descubrir lo que se ocultaba detrás de todos estos misteriosos movimientos.

Espere a que se cerrara la puerta del piso, y sigilosamente Salí de mi habitación, dispuesto a seguir sin que me descubrieran, a mis caseros. Por suerte, no había ni rastro del gato, y la mirada del cuadro de “Joseph Curwen” había dejado de impresionarme, al menos lo suficiente como para tenerle el miedo que me causo en la primera ocasión que la contemple, A si que me dirigí hasta el salón, primeramente para comprobar que tipo de objeto habían arrastrado. Allí, nada parecía cambiado, pero las sombras que proyectaban los viejos muebles por toda al estancia, se me antojaron siniestros y con un halo de inexplicable malignidad. En este lugar ocurría algo siniestro, y en un momento de locura como en el que me encontraba, lo único que se me ocurrió era seguir indagando hasta llegar al fondo de aquel asunto, el cual por momentos parecía cada vez mas profundo.

Abrí con cuidado la puerta que daba al rellano de la escalera, y despacio salí de la vivienda. El eco que producía por todas las zonas comunes el arrastrar del desconocido objeto, me revelo que lo bajaban a mano por las pronunciadas escaleras. Me asome con cuidado para no ser descubierto, y pude observar las siluetas de dos personas llevando una especie de cajón grande hacia la planta baja. Poco a poco fui bajando los escalones, teniendo cuidado en no tropezar, ya que la luz en esos instantes era prácticamente inexistente. Finalmente, vi como las dos personas se introdujeron por una pequeña puerta que se hallaba en el portal. ¿Hacia donde iría esta puerta?

Espere un rato, para que me sacaran algo de ventaja, e inmediatamente, abrí esa pequeña puerta. Unas interminables escaleras de gastada piedra bajaban hacia abismos insondables, iluminadas por filas de antorchas, cuyas llamas danzaban al ritmo de un insistente tambor que parecía provenir de algún lugar lejano, al final de las escaleras. Ya he dicho, que mi cordura en esos momentos, no me dejaba ser dueño de mis actos. Y lo que para cualquiera habría sido un motivo para darse la vuelta y huir de aquel lugar, a mi se me antojo un cúmulo de preguntas que aguardaban una respuesta. Así que no se me ocurrió otra cosa que comenzar mi descenso por ese camino hacia lo desconocido.

Mi corazón palpitaba insistentemente al ritmo de aquel maniaco tambor y del sonido de mis pisadas contra la roca esculpida, hasta hacerme por momentos pensar que iba a estallar de un momento a otro. Las escaleras parecían no tener fin, y en el largo descenso, no halle ni rastro de las personas que me habían llevado a iniciar esta interminable bajada. Finalmente, llegue a un antiquísimo sótano, esculpido totalmente en la roca. ¿Qué antigüedad podría tener este olvidado lugar? En ese momento, como había leído la obra de Lovecraft, en mi cabeza se formo la idea de uno de esos terribles y olvidados lugares en donde se realizan abominables rituales que no deberían ser presenciados por ningún ser vivo. Todo era demasiado extraño, y no alcanzaba a imaginar como este olvidado abismo, había sido pasado por alto, ya que si no me equivoco, sus laberínticos túneles se extienden por todo el subsuelo de Madrid, a una profundidad que a mi se me antojo inmensa.

Túneles se abrían a un lado y a otro, y como no sabia hacia donde dirigirme, decidí captar la dirección de donde provenía el tambor. ¿Qué habría ocurrido de no haber seguido esa dirección? Quisiera imaginar que habría podido escapar y olvidar toda esta locura, pero lo cierto es que por aquel entonces, mi destino ya estaba escrito por poderes ajenos a la imaginación humana, y de una manera u otra habría acabado sabiendo lo que ahora conozco. Por que cuando los “Otros” se relacionan con nuestro mundo, y eligen una victima, “nada” escapa a sus garras.

-----------------------------------------------------
Y hasta aqui el capitulo de hoy... ¿Que nuevas aventuras aguardaran a Luis en esos oscuros subterraneos?... La repuesta en proximos capitulos ;)

¡Hasta la proxima entrada!

3 comentarios:

  1. ¡Osti Erik! Acabo de descubrir que tienes otro blog... O.O

    A ver si me pongo a leer la historia desde el principio y mas tarde comento en serio ^^

    Un saludo tio ^^

    ResponderEliminar
  2. Hostia XD

    Acabas de descubrir el blog oficial del glorioso juego "The Dawn of the dead" pero como me daba lastima dejarlo tan vacio pues le voy metiendo cosas ya hechas... Si no habias leido este relato espero que te guste ;)

    @anonimo: Espero que te guste el relato, quedan por publicar aun 3 capitulos y va a mas ;)

    ¡Nos vemos!

    ResponderEliminar